Aljibe de la Vieja
Siglo XIV
Placeta del Aljibe de la Vieja
También denominado aljibe de La Rábita probablemente porque perteneció a una rábita o mezquita llamada del Olivo o de la Aceituna (Yami al-Zaytuna). Su nombre se relaciona con una antigua leyenda que cuenta que el aljibe se encontraba en el huerto de María Tomillo, donde había una higuera que pertenecía a una anciana.
Según dicha tradición, en el siglo XVII existía sobre el aljibe un carmen propiedad de un alguacil donde había una higuera de exquisitos frutos; la anciana esposa de éste, cansada de los continuos hurtos de los vecinos, lanzó una maldición sobre el árbol, que pasó a dar higos de repugnante sabor. Ufana de su hechizo, se sentaba a diario junto al brocal del aljibe, donde un día hallaron su cadáver. Desde entonces, cada noche de domingo, su espíritu surgía del fondo del aljibe para ofrecer higos de oro a sus convecinos, quienes huían aterrados por la aparición. Al amanecer la sombra desaparecía convertida en lechuza.
Este depósito, como casi la totalidad de los aljibes públicos del Albayzín, se surtía de la acequia de Aynadamar o de la Fuente de las Lágrimas, procedente de Fuente Grande, cerca de Alfacar. Se sitúa bajo el jardín de un carmen, en una tranquila placeta donde destaca la portada de ladrillo con arco de herradura apuntado y tramo abovedado donde se ubica la boca, realizada en piedra de Sierra Elvira. Responde a la tipología de nave única cubierta con bóveda esquifada cortada perpendicularmente por bóveda de cañón.
Los muros son de ladrillo enfoscados con mortero de cal blanco excepto los frentes de la bóveda que tienen color almagra. Su capacidad es de 31 metros cúbicos. El aspecto exterior del aljibe, en la actualidad, está muy desfigurado, dado que los enlucidos modernos del muro de contención donde se ubica el jardín levantado sobre la nave han ocultado casi por completo su portada. Todavía se aprecia un arco de herradura ligeramente apuntado, que cobija la boca, de arco rebajado, retranqueada mediante una bóveda inclinada también de arco rebajado. A ambos lados de la boca, que posee un brocal de piedra Elvira, se encuentran dos nichos, cuya utilidad se desconoce. A finales del siglo XIX, el arco de la portada estaba todavía enmarcado por un alfiz y trasdosado por una hilada de ladrillo, habiendo estado pintado de rojo.
Este aljibe, atendiendo a sus características técnicas y constructivas, debió construirse en el siglo XIV; esto es, en el periodo de mayor auge de la arquitectura nazarí y coetáneamente al conocido aljibe de Trillo.
¿Quieres saber más sobre los aljibes de Granada? Te invitamos a realizar la ruta de los aljibes.


¿Quieres saber más?
Adelante, visita nuestra página web