Carmen de los cipreses
Siglos XVI – XVIII
Cuesta de San Gregorio, 18-20
El carmen de los Cipreses es una propiedad privada
El carmen de los Cipreses, emplazado en el centro de la ladera meridional del Albaicín, es uno de los más representativos y antiguos cármenes de la ciudad. Construido en 1780, su disposición muestra fielmente la tipología del carmen granadino: Casa principal, situada en la cota más alta de la propiedad y diversos jardines que salvan, formando paratas, el desnivel del terreno hasta llegar a la terraza más baja, el huerto.
La casa posee una interesante fachada de fábrica de ladrillo y alzado de tres pisos con portada descentrada de sillares almohadillados. El eje central del piso bajo lo ocupa una ventana enrejada sin vuelo, embebida en el muro, según dictaba la ordenanza de la ciudad de 1623. El primer piso se conforma por tres balcones enrejados con guardapolvos, dos de ellos en eje con la portada y la ventana enrejada de la planta baja y el tercero situado sobre un espacio de muro ciego. El escaso vuelo y la altura a que se emplazan estos balcones son fruto también de la citada ordenanza. El segundo piso consiste en una galería en la que se alternan arcos de medio punto ciegos con otros abiertos entre pilastras.
Un zaguán cuadrangular da paso al patio, porticado en sus cuatro frentes y con fuente central de forma octogonal. Columnas dóricas en el centro de cada uno de los lados sostienen zapatas de bella labor que realzan la altura de este piso, cuyos pavimentos y zócalos son de cerámica. Una escalera de doble tramo, con hermosa barandilla, cubierta de armadura y acabada en un doble arco rebajado sostenido por columnas toscanas, da acceso a la galería superior cubierta por alfarjes y abierta mediante composición de balaustrada torneada, pies derechos y zapatas clasicistas.
Anexa a la casa principal se levanta otra edificación, reconstruida hace unos años debido a su estado ruinoso. En la intervención se utilizaron elementos arquitectónicos procedentes del derribo de otras construcciones. Así, el artesonado de la sala principal perteneció a la desaparecida Casa de los Siete Moros, demolida en los años setenta. El patio de la casa da paso al amplio y bello jardín en el que destacan un grupo de cipreses de grandes dimensiones que son el motivo central del espacio. A partir de estos se crea una sucesión de ambientes característicos del jardín granadino, consiguiéndose en la menor superficie posible una gran variedad de espacios íntimos.
Los árboles decorativos alternan con especies frutales y florales, y elementos arquitectónicos como muretes, escaleras y empedrados se reparten creando diversos ambientes por el jardín. Una pérgola cubierta de enredaderas de parras y jazmines se alarga hasta la glorieta de cipreses, propiciando un lugar ideal para el disfrute del panorama. En la parata inferior se encuentra el sector de huerta.

Sabías que…
Tiene un valor histórico muy destacado ya que fue un lugar habitual de reunión de intelectuales y artistas de finales del siglo XIX y siglo XX, entre los que se encontraba Ángel Ganivet, Manuel de Falla o García Lorca, quienes celebraban en él tertulias literarias y disfrutaban de sus hermosas vistas hacia la Alhambra.
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