Casa de Zafra

Siglo XIV

Calle Portería de la Concepción, 8

En el corazón del barrio del Albaicín, entre callejuelas serpenteantes que bajan al Darro y con la silueta de la Alhambra siempre recortándose sobre el fondo, se levanta la Casa Nazarí de Zafra.

La Casa de Zafra fue construida en el siglo XIV por alguna importante familia del reino en pleno barrio de los Axares o del Deleite. Tras la conquista de Granada, Isabel la Católica cedió a su fiel secretario, D. Hernando de Zafra varios terrenos ocupados por casas palaciegas nazaríes, entre las que se encontraba la Casa de Zafra. Al fallecimiento de D. Hernando, su esposa Leonor Torres mandó construir, por voluntad testamentaria, sobre estas propiedades el convento Santa Catalina de Siena. La hoy conocida como Casa de Zafra se conservó casi intacta dentro de las dependencias del convento.

El edificio sigue el esquema de palacio urbano nazarí donde el elemento clave es el patio, con alberca y dos pórticos enfrentados en los lados norte y sur. El pórtico norte consta de bellísimas columnas nazaríes y arcos festoneados, que en origen se decoraban con yesería policromada. El pórtico sur, del siglo XV, también con triple arcada presenta columnas almohades y arcos en cuyas albanegas se conserva decoración epigráfica pintada. La casa mantiene su estructura original casi intacta, alfarjes y restos de decoración policromados en la planta alta.

La vida en la casa se desarrolla hacia la intimidad del interior, con una zona residencial que se organiza en torno a un patio central de tamaño rectangular con una alberca, un lugar donde fluye el agua, además de proporcionar un agradable microclima. El patio servía para comunicar, iluminar y ventilar todas las habitaciones de la vivienda y hacía posible limitar al mínimo los vanos al exterior.

El piso superior es un añadido construido en el siglo XV, en el que destacan los antepechos de madera y la decoración pintada, de la que todavía se conservan restos. Podemos ver algunas de estas piezas en el Museo de la Alhambra, entre las que destaca un panel de yesería nazarí realizado mediante técnica de moldeado. Es una decoración de paños de sebka compuesta por palmas y arcos mixtilíneos entrelazados entre sí, formando cartelas con la palabra en espejo «yumn» en epigrafía cursiva, cuyo significado es «felicidad».

Además, se conserva una barandilla de grandes proporciones que forma parte de la galería del pórtico sur de la casa. Esta presenta un bastidor formado por cuatro grandes peinazos de los que arranca la malla interior, y este bastidor a su vez es enmarcado por otra estructura moldurada. El marco contiene una composición geométrica de peinazos donde se combinan cuadrados con rectángulos en vertical y horizontal.

Por último, y en coherencia con la máxima de la intimidad y poder mirar sin ser visto, se utilizaron las celosías, que además de cumplir esta función, se convertirían en un elemento común presente en la casa hispanomusulmana. La Casa de Zafra, aún conserva restos de las celosías originales en los vanos del pórtico sur.

La Casa de Zafra fue dada a conocer a finales del XIX por Almagro Cárdenas y el ilustre Rafael Gómez-Moreno. Si bien no se puso en valor de manera pública hasta años más tarde, cuando en 1931 el conjunto del Convento de Zafra fue declarado monumento histórico-artístico. 1946 es la fecha en la que Gallego Burín, alcalde de Granada, adquiere la casa para el ayuntamiento de la ciudad, al conocer su precario estado de conservación y en 1985 pasa a ser Bien de Interés Cultural. Desde 1946, se han sucedido diversas restauraciones. La última (2010-2021) ha resultado en lo actual Casa de Zafra.

Hoy la casa acoge el Centro de Interpretación del Albaicín, un ambicioso proyecto impulsado desde el Plan de Turismo de Granada con el que se pretende poner en valor la casa y convertirla en la puerta de entrada y carta de presentación del Albaicín como barrio Patrimonio Mundial en 1994. No te pierdas su visita.

Sabías que…

En la colección del Mueso de la Alhambra podrás ver expuestas piezas de la Casa de Zafra, como la barandilla original de época nazarí, del pórtico sur o una hermosa jarra con decoración vidriada en cuerda seca parcial, proveniente de la alberca del patio. Verás también, entre otras piezas, un panel de yesería nazarí realizado mediante técnica de moldeado, de gran valor histórico artístico.

¿Sabes a qué se debe el color rojizo del fondo de la alberca del patio?
Ese color se debe a la almagra, un pigmento natural de color rojo, usado desde la Antigua Roma, como el más potente anti algas. Las algas se han adaptado a entornos con una radiación azul, este color favorece su crecimiento y que se expanda con más facilidad. Sin embargo, estos organismos presentan más dificultad para expandirse en entornos con una elevada coloración roja y de ahí que los romanos emplearan esta técnica, continuada también por los árabes.

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