Ermita de San Miguel Alto
Siglo XIX
Cerro de San Miguel
Esta ermita se ubica en el punto más elevado de la ciudad, en el lugar que ocupaba la torre nazarí del Azeytuno. Se trata de un templo de corte neoclásico, con sencilla fachada precedida por una escalinata a fin de salvar el desnivel propio de la topografía alabicinera. En el interior destaca una imagen barroca del arcángel San Miguel de Bernardo de Mora.
Según textos árabes, antes de la torre hubo una iglesia cristiana en la que había un magnífico olivo que florecía y daba fruto el día de San Juan de cada año. En 1671, la torre fue demolida al considerarse que ya no tenía valor defensivo y se construyó la ermita dedicada a San Miguel, creyéndose que así cesarían las frecuentes inundaciones de esa época.
En cambio, las crónicas cristianas del Barroco difundieron una tradición según la cual aquella torre islámica, llamada del Azeytuno o del Olivo, se erigió sobre una iglesia visigoda, de la que se conservaban una fuente y el mencionado olivo legendario. De esta forma, el carácter religioso de este punto fuerte de la muralla islámica del Albaicín sería aculturizado al divulgar la existencia previa de un templo consagrado a la cristiandad.
Durante la ocupación francesa en el siglo XIX esta ermita fue destruida. Su reconstrucción se emprendió entre 1815 y 1828, a instancias del arzobispo D. Blas Joaquín Álvarez de Palma y según trazas del maestro Diego Sánchez. En 1884 se añadió el camarín y ya en el siglo XX se levantó junto a la ermita un reformatorio de menores, regentado por los Hermanos Obreros de María desde 1950.
A su valor histórico hay que añadir el interés etnológico: Aquí se celebra anualmente la Romería de San Miguel, el 29 de septiembre. Además, su ubicación en la cumbre del Cerro de San Miguel hace de este templo un mirador excepcional desde donde se tienen panorámicas espectaculares de la Alhambra, el Albaicín y la ciudad.

Sabías que…
A través de un librito anónimo de 1872, «Breve noticia histórica de la ermita del glorioso Arcángel San Miguel», se conocen interesantes datos sobre la primitiva ermita del siglo XVII.
Según dicho libro, es posible que la torre del Aceituno no fuera enteramente demolida para la construcción del templo, sino adaptada a tal efecto. Además, se habla de la constitución de una hermandad al cuidado y culto de la ermita, bajo la advocación del Arcángel San Miguel, responsable de la aceptación popular de la imagen titular y de la conservación del templo.
¿Quieres saber más?
Adelante, visita la página web de Agencia Albaicín