Miradores del Albaicín
Uno de los valores por los que hoy el Albaicín es un lugar reconocido mundialmente es por el paisaje que ofrece. Desde múltiples puntos de observación y miradores, el barrio del Albaicín de Granada ofrece al espectador variadas imágenes y paisajes urbanos y naturales que deleitan a todo observador. El Albaicín en sí mismo, es paisaje y a la vez es contenedor de paisajes que a través de sus callejuelas, plazas y placetas el visitante puede ir descubriendo, como si se tratara de un juego laberíntico en el que el tesoro es el encuentro de ese paisaje. Les invitamos a que conozcan los miradores y puntos de observación del barrio que fue origen de la ciudad de Granada.
Mirador de San Nicolás, en Plaza de San Nicolás
Parada obligada en la visita al Albaicín. Es el mirador más emblemático de todo el conjunto. Se sitúa en la plaza de San Nicolás, próximo a la iglesia del mismo nombre. Ofrece una panorámica de Sierra Nevada y de la Vega de Granada. Bajo el mirador se contempla el Albaicín con el curso del Darro al fondo, las primeras casas del Sacromonte y los barrios del Realejo y el centro de la ciudad. Sin duda la vista más espectacular es la panorámica de la Alhambra sobre el perfil de la colina de la Sabika y el Generalife.
Vistas desde el mirador: Alhambra y Generalife, Plaza de San Nicolás, Aljibe de San Nicolás, Sierra Nevada, Vega de Granada, Barrio del Albaicín, Sacromonte, Realejo y centro de la ciudad.

Mirador de Carvajales, en Placeta de Carvajales
La apertura de la plaza y el mirador data del siglo XIX, momento en el que el Albaicín sufre transformaciones puntuales para dotarlo de espacios públicos. Debe su nombre a la familia nobiliaria de los Carvajales, de los que se tiene noticia desde los tiempos de la Conquista. En la cercana Carrera del Darro se ubica el palacio de Carvajal. La placeta-mirador cuenta con árboles y una estrecha alberca longitudinal.
¿Sabes quiénes eran los Carvajales? Era una de las familias nobiliarias más influyentes del XV y XVI en Granada. Provenían de la provincia de León y llegaron a Granada en la época de la conquista castellana. Desde este mirador podrás ver vistas espectaculares de Alhambra y el Generalife, Silla del Moro, Albaicín (Iglesia de San Pedro y San Pablo) o Carmen de los Chapiteles.
Vistas desde el Mirador: Alhambra y Generalife, Torre de la Vela, Torre del Homenaje, Torre Quebrada, Torre de las Armas, Torre de Comares.

Mirador de la Cruz de Quirós, en Calle Cruz de Quirós
Se sitúa en el centro de la calle Cruz de Quirós, en el antiguo arrabal del Zenete. Unía la Alcazaba Cadima (zona de San Miguel Bajo), con la calle San Juan de los Reyes, una de las arterias principales del Albaicín musulmán. Ofrece magníficas panorámicas de la Granada cristiana y sus grandes construcciones como la Catedral o el Monasterio de San Jerónimo. Bajo el mirador se sitúa el del aljibe del Zenete, del siglo XVI. No os perdáis una de las perspectivas más interesantes e inéditas de la cabecera de la Catedral.
Sabías que… En la cuesta Cruz de Quirós, muy próxima a la Puerta de Monaita, existió hasta principios del siglo XX, una sencilla cruz que está envuelta en la leyenda: Tello Quirós fue un noble que habitó en estos parajes albaicineros en el siglo XVII. Los atractivos de su joven esposa, atraparon al caballero Diego de Figueroa a quien el anciano Tello dio muerte. Para mitigar sus remordimientos mandó instalar allí la cruz.
Vistas desde el Mirador: Centro de Granada, Catedral, Iglesias del Sagrado Corazón, San Justo y Pastor, Perpetuo Socorro y San Juan de Dios, Monasterio de San Jerónimo.

Mirador de la Lona, en Carril de la Lona
Se localiza en la confluencia de la cuesta de Alhacaba y la calle Vistillas de San Miguel Bajo, en el lugar donde estuvo el palacio del rey Badis (rey zirí, siglo XI). Aquí se ubicaba la puerta del León que daba acceso a la Alcazaba Cadima, se pueden observar los restos bajo el mirador. El nombre deriva de la fábrica de lonas y cuerdas que el industrial granadino Andrés Gómez instaló en el siglo XVIII en la conocida como casa de la Lona. Aunque las actuales investigaciones arqueológicas, ponen en duda que existiera una fábrica allí.
Lo que sí sabemos, con seguridad, es que el lugar ocupó una amplia casa de vecinos que fue derribada en 1970. Cuentan que fue muy difícil derribar esos muros con tanta leyenda del siglo XV y que tenían un metro y medio de espesor. Se dice «Tienes un corazón más grande que la casa de la lona». Destacan las vistas de toda la zona este de la ciudad de Granada y de Sierra Elvira. Es también un lugar idóneo para conocer el recinto amurallado de la Alcazaba Cadima.
Vistas desde el mirador: Vestigios puerta del León, vistas del Albaicín (puerta Elvira, torre de San Andrés), vistas de la ciudad baja, la Vega y Sierra Elvira.

Mirador de la Rauda, en Calle Cruz de la Rauda
Situado en la falda del Cerro de San Miguel, recibe su nombre porque aquí se ubicaba el cementerio musulmán Qabrat al-Rawda. Ofrece unas magníficas vistas del barrio y de la Alhambra. Ante nosotros aparece rotundo el perfil recortado de la colegiata del Salvador rodeada de esbeltos cipreses de los cármenes del Albaicín. Si volvemos la vista, contemplaremos el cerro de San Miguel coronado por la ermita y la muralla nazarí. Junto al mirador se abre una placeta con una interesante cruz del siglo XVI. En los extremos muestra las características bolas de la cruz de San Miguel, en una cara Cristo Crucificado y en la otra la Virgen. Ambos iluminados por un par de farolillos que por la noche le confieren un aspecto singular.
Vistas desde el Mirador: Alhambra, Vega de Granada, Sierra Nevada, Albaicín, Cruz de Rauda, Cerro de San Miguel y Ermita.

Mirador de las Lomillas, en Placeta de las Lomillas (vereda de Enmedio)
Paseando por la vereda de Enmedio encontraremos este mirador situado en el corazón del Sacromonte. Es un buen lugar donde hacer una parada, descansar y deleitarnos con las vistas panorámicas del valle del río Darro, la dehesa del Generalife, la Alhambra y el Albaicín bajo. También podemos ver algunas casas-cuevas por las que es famoso el barrio. En las inmediaciones se localiza la abadía del Sacromonte.
Vistas desde el mirador: Valle del Darro, Sacromonte, Albaicín Bajo, Alhambra y Generalife, Dehesa del Generalife, Silla del Moro.

Mirador de San Cristóbal, en Carretera de Murcia
Se sitúa fuera del recinto amurallado zirí (siglo XI), en el antiguo arrabal de la Xarea (actual Albaicín alto). Ofrece una de las vistas más amplias debido a su elevada posición. La vista más sobrecogedora es la que se tiene en primer plano de la muralla zirí con sus torreones y la puerta Monaita, a continuación el Albaicín salpicado de torres-campanario y cipreses, la Alhambra y Sierra Nevada como telón de fondo. Es accesible, puesto que el mirador está situado en una de las escasas vías que permiten el acceso rodado en el barrio del Albaicín.
Se aprecian hitos monumentales como el conjunto formado por el palacio de Dar al-Horra, el monasterio de Santa Isabel la Real y la iglesia de San Miguel Bajo. En el pretil que delimita esta plataforma están grabados sobre la piedra los nombres de los hitos que se divisan desde cada punto del mirador, anímate a descubrirlos.
Sabías que… «Benito fotografiaba todos los días la Cuesta de San Cristóbal, que estaba frente a su balcón. Ninguna foto se parecía a otra. ¿Puede alguien aburrirse?, decía. Y la gente miraba las fotos de su álbum, les parecían todas iguales, y miraban a Benito, pensando que había enfermado de alguna extraña nostalgia de barrio y que tendría que haber guardado su máquina de fotos en una maleta o en una mochila y haber recorrido el mundo. No sabían que Benito estaba ya recorriendo el mundo desde su balcón»
Cuentos del Albaicín. Ayes Tortosa.
Vistas desde el mirador: Muralla zirí, Palacio de Daralhorra, Convento de Santa Isabel la Real, Iglesia de San Miguel Bajo, La Alhambra y el Generalife (Alcazaba, Torre de la Vela, Torres Bermejas), Muralla Nazarí, Silla del Moro, Sierra Nevada (Pico Veleta), Ciudad baja (Catedral).


Mirador de San Miguel Alto, en Cerro de San Miguel
Se sitúa en la cumbre del Cerro de San Miguel, delante de la ermita del mismo nombre, en el punto más elevado del Albaicín. Desde aquí se tienen vistas espectaculares de toda la ciudad y de la Vega. Las descripciones de viajeros y literatos durante el siglo XIX y XX evocan los excepcionales valores paisajísticos de este lugar. En el libro La Alhambra. Relatos de Granada. Recuerdos de Andalucía de mediados del siglo XIX podemos leer: «Colocado el viajero en el hermoso mirador que halla la puerta de la ermita, recibe a la vez tantas impresiones que no es fácil ordenar en los primeros momentos las ideas que le inspira»
Vistas desde el mirador: Vistas del Albaicín, vistas de la Alhambra y el Generalife, vistas de la ciudad de Granada y su vega, Ermita de San Miguel, Muralla de San Miguel (muralla nazarí).

Mirador de la Vereda de Enmedio, en Vereda de Enmedio
Podemos definir este mirador como un inesperado y sorprendente hallazgo. La Vereda de Enmedio que comienza en el Albaicín con casas a ambos lados no nos permite anticipar lo que encontraremos cuando esta calle se introduce en el Sacromonte, probablemente el más desconocido y bello de los numerosos miradores del barrio. Por su tranquilidad y por la extraordinaria belleza de sus vistas de la Alhambra, el valle del Darro, el Sacromonte y el Albaicín bajo, asombra a visitantes y locales.
Vistas desde el mirador: Albaicín bajo, Sacromonte, Alhambra y Generalife, Dehesa del Generalife, Silla del Moro, Centro histórico.

Mirador Placeta de la Concepción, en Placeta de la Concepción
La vía que une las calles San Juan de los Reyes y Bañuelo recibe el nombre de Placeta de la Concepción, pero con esta denominación nos referimos al espacio que antecede al monasterio de la Concepción y que constituye el compás del conjunto religioso. Esta placeta es un ejemplo de los nuevos recintos urbanos creados en el Albaicín tras la conquista cristiana. Ámbitos que pretendían romper el abigarrado caserío islámico con la creación de espacios libres normalmente asociados a edificios religiosos.
Está elevada con respecto al nivel de la calle que forma el compás del monasterio de la Concepción. Este elemento característico de las fundaciones religiosas constituye un espacio de transición entre la calle -lo público-, y el recinto privado, iglesia y convento. Permanece abierta durante el día. Es un espacio recogido, tranquilo, en el que podemos observar las dos bellas portadas del conjunto arquitectónico, la gótica del convento y la barroca de la iglesia. Además constituye un excelente mirador desde donde contemplar en primer plano los restos del antiguo hospital nazarí, el Maristán, y sobre él una magnífica vista de la Alhambra.
Vistas desde el mirador: La Alhambra.

Mirador de la Placeta del Comino, en Placeta del Comino
Esta pequeña plaza situada en la zona media del barrio, en el recinto de la antigua Alcazaba Cadima, es una muestra del urbanismo irregular del Albaicín. Espacios que parecen creados de manera espontánea, sin planificación, fruto de transformaciones urbanas llevadas a cabo a lo largo de los siglos. Ubicada en la confluencia de la Cuesta de las Tomasas y la Cuesta del Aljibe de Trillo, nos sorprenderá cuando la encontremos en nuestro paseo por estas calles estrechas, sombrías, que de repente nos llevan a este espacio abierto que más que una placeta es un ensanche, desde donde podemos admirar más allá de la tapia del carmen de la Alcazaba, la imponente imagen de la Alhambra. A pesar de su escasa superficie cuenta con la presencia de árboles que hacen aún más agradable este singular rincón.
Sabías que… La contemplación de las hermosas vistas se refuerza en este lugar con el aspecto sonoro. Resulta muy reconfortante y relajante pararse a visualizar el paisaje y escuchar los sonidos que este lugar ofrece, tanto los propios de la naturaleza como los de sus vecinos.
Vistas desde el mirador: La Alhambra.
