Monasterio de Santa Isabel la Real
Siglo XVI
Calle Santa Isabel la Real, 15
El monasterio de Santa Isabel la Real es la primera gran obra de los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad. Se encuentra emplazado en la calle homónima, integrado en una gran manzana de alto valor artístico y monumental, de la que forman parte la parroquial de San Miguel Bajo, la casa nazarí de la Daralhorra y la huerta de Santa Isabel, antaño perteneciente a este cenobio y hoy destinada a plaza pública y aparcamiento de automóviles.
Fundado por la reina Isabel la Católica en 1501 para las monjas franciscanas y dedicado a la reina Santa Isabel de Hungría, es el edificio más significativo de este periodo junto con el Hospital Real y la Capilla Real. La primera comunidad religiosa se instaló en 1507; en la actualidad sigue habitado por monjas franciscanas clarisas.
Accedemos a este espacio mediante una sencilla portada de diseño barroco, con pilastras toscanas y ático integrado en frontón partido, con la escultura de Santa Isabel de Hungría y heráldicas laterales de la Corona y la Orden Franciscana. Una vez franqueada esta puerta, se desarrolla el compás en forma de L tumbada, estando al fondo del lado corto el acceso reglar a las dependencias de clausura. A la izquierda, el compás presenta mayor amplitud, con vistas hacia la parroquial de San Miguel y con acceso a la puerta de la iglesia.
La portada de la iglesia es un bello ejemplar gótico de principios del siglo XVI, cuyo diseño e iconografía, de corte oficial o institucional, remite al prestigio del conjunto monástico como fundación regia. Se trata de una portada ojival trazada por Enrique Egas como arco flamígero mixtilíneo, en cuyas enjutas se colocan los emblemas reales del yugo y las flechas, así como el escudo regio.
El interior sorprende por el monumental desarrollo de la capilla mayor con una extraordinaria bóveda de pinjantes, pinturas murales y retablo del siglo XVI. Existen numerosas obras de arte en la iglesia de Santa Isabel la Real, entre las que destacamos la pila de agua bendita elaborada con una fuente islámica, una pareja de bustos de Ecce Homo y Dolorosa, y las efigies de San Pascual Bailón y San Pedro de Alcántara de José de Mora; asimismo, la escultura de San Francisco recibiendo la Impresión de las Cinco Llagas, atribuida a Pedro de Mena, el busto pictórico de San Francisco, atribuido a Ambrosio Martínez de Bustos y varios cuadros de santos y santas franciscanos de la mano de Pedro Atanasio Bocanegra
El monasterio de Santa Isabel es uno de los espacios conventuales más sobresalientes de la ciudad y evidencia el prestigio y funcionalidad inherentes a los programas constructivos del gótico mudéjar en su aplicación a la arquitectura religiosa granadina, dado que, de hecho, fue el primer templo mudéjar levantado en la ciudad y, por tanto, punto de partida de la creación de las parroquiales mudéjares, tanto en el Albaicín como en otros ámbitos granadinos.

Sabías que…
¿Sabías quiénes fueron los migueletes? Los Migueletes eran un cuerpo militar formado por la policía rural de los tiempos carlistas que tenían como misión vigilar las propiedades y caminos de la Corona de Castilla. Daban auxilio a aquellos viajeros que atravesaban las tierras andaluzas o granadinas en donde la presencia de bandoleros era constante. De esta época, el bandolero más famoso y temido fue «el guapo Francisco Esteban», que inspirará los populares «romances de guapos».
¿Quieres saber más?
Adelante, visita la página web de Agencia Albaicín