Palacio de Dar Al-Horra

Siglo XV

Callejón de las Monjas S/N

El Palacio de Dar Al-Horra constituye el ejemplo más destacado de arquitectura palaciega nazarí del Albaicín. Su nombre significa Casa de la Señora, de la Sultana o de la Reina y se debe a que fue residencia de la reina Aixa, madre de Boabdil, último sultán de Granada.

Se construyó sobre parte del alcázar zirí del siglo XI, en la zona más alta de la Alcazaba Cadima. Tras la Conquista pasó a formar parte del monasterio de Santa Isabel la Real. En el siglo XX pasó a tener titularidad pública y fue restaurado por el arquitecto Prieto Moreno.

Como es habitual en la arquitectura islámica, el discreto exterior no nos permite intuir la riqueza decorativa del interior, al que accedemos por un jardín que nos conduce al patio, elemento central del palacio.

En su interior, tiene alberca y pórticos en los lados norte y sur, con arcos de medio punto que apoyan en columnas nazaríes. En estos se ubican los salones principales cubiertos con alfarjes. En el lado septentrional sobresale el volumen correspondiente al mirador.

La planta baja está ocupada por alcobas y un mirador central con arcos geminados. Se repite este esquema en planta primera donde se ubica otro mirador orientado al Albaicín. Destaca el programa decorativo de armaduras mudéjares, aleros y yeserías de los arcos.

Dar al-Horra mantiene la misma estructura y decoración que los palacios de la Alhambra. No te puedes perder las espectaculares vistas del Albaicín desde el mirador sur.

Sabías que…

El palacio de Dar al-Horra encierra una leyenda: El rey Muley Hazén (padre de Boabdil), se enamoró locamente de una esclava cristiana, llamada Isabel de Solís, que se convertiría al islam bajo el nombre de Zoraida. La esposa del rey, Aixa, se dedicó a intrigar contra ella en la Alhambra. Como respuesta, repudió a Aixa y, para evitar nuevas intrigas palaciegas, ordenó construirle en el Albaicín un palacio con el fin de que los abencerrajes, que apoyaban a Aixa bin Muhammad ibn al-Ahmar, no se sintieran afrentados. Así, Aixa pasaría a ser conocida como Aixa al-Horra, Aixa la Honesta. De ahí el nombre con que hoy existe ese palacio, Dar al-Horra, la Casa de la Mujer Honesta.

Esta leyenda solo es eso, una leyenda, porque según la historiografía, parece ser, que Aixa ya habitaba en Dar al-Horra, cuando su marido Muley Hacen toma como favorita a Isabel de Solís.

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El Palacio Dar Al-Horra entra dentro de la ruta de monumentos de la Dobla de Oro