Real Chancillería
Siglo XVI
Plaza Nueva
La Real Chancillería se abre a Plaza Nueva con imponente fachada monumental de estilo manierista. Constituye, de hecho, uno de sus elementos más emblemáticos.
Desde 1500 y por orden de los Reyes Católicos es la sede del Alto Tribunal Superior de Justicia. Se trata del primer edificio de este tipo de los que se realizan en España para albergar un Tribunal de Justicia y en la actualidad es la Sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
En el año 1525 y por disposición real, se decide hacer un edificio que albergue el Tribunal. Tendría dos partes, la Cancillería propiamente dicha y la Cárcel, ambas enlazadas por una crujía triangular. Las obras comenzaron en 1531 y terminaron a finales del siglo XVI. En principio se denominó Real Audiencia y Chancillería de Granada, y tuvo su origen en la reforma judicial iniciada por los Reyes Católicos, duplicando el Tribunal de Oidores o Chancillería de Valladolid y creando una nueva en Ciudad Real, esta última trasladada a la ciudad de Granada por Real Cédula de febrero de 1505. No obstante, su traslado no se hizo efectivo hasta que la reina doña Juana expidió una segunda Provisión por la que ordenaba a las autoridades locales la recepción y aposentamiento del supremo tribunal.
La construcción del edificio de la Chancillería sobresale por ser el primero que se erige por la monarquía hispana para albergar un tribunal de justicia. Al no existir antecedentes, se acudió en la Chancillería de Granada a la tipología del palacio manierista como medio de mostrar la dignidad y grandeza de la institución jurídica, reflejada a través de la monumentalidad de la fachada.
En el análisis arquitectónico del edificio es necesario tener en cuenta su doble uso como Real Chancillería y como Cárcel Real, tratándose de espacios diferenciados dentro del proyecto constructivo, aunque con unidad gracias a la crujía intermedia.
Si bien las obras finalizaron en 1587, la Cárcel Real es una obra barroca de 1699. Atribuida durante mucho tiempo a Juan Herrera, hoy se cree más bien que su autoría se debe al maestro Francisco del Castillo, el Mozo, arquitecto formado en Italia y que trabaja en esta zona de Andalucía implantando soluciones renacentistas de gran calidad. Su ejecución se debe, no obstante, al cantero Martín Díaz de Navarrete, siendo las esculturas obra de Alonso Hernández.
En cuanto al patio, este ha sido atribuido a Diego de Siloé. Está dividido en dos cuerpos: en la parte inferior tres puertas adinteladas que permiten el acceso al edificio y la superior que consta de seis balcones con columnas corintias, siendo el central el de más tamaño y sobre el que descansa un escudo real y esculturas de La Justicia y La Fortaleza, ambas sentadas sobre el frontón. Una leve cornisa divide las dos plantas y sobre el conjunto se dispone una sobria balaustrada de piedra que se remata con altos pináculos decorativos con pirámides labradas y un templete que acoge el reloj en el centro. Este patio, considerado el mejor en su categoría de la ciudad de Granada fue levantado en el año 1540 y tanto sus trazas como su ejecución se atribuye al arquitecto y escultor Diego de Siloé.
Tras el patio principal, al fondo de la construcción, se halla la Cárcel Real, la cual se estructura en torno a dos patios:
Al primero de ellos se accede a través de la crujía triangular que une las dos partes que conforman el edificio y repite el mismo esquema compositivo que el patio de la Chancillería con una fuente poligonal en su centro. En este caso, los pórticos poseen en cada frente cuatro arcos de medio punto sobre columnas toscanas de piedra de Elvira, mientras que la galería superior es nuevamente adintelada, con columnas de igual orden sobre pedestales y con balaustrada de piedra. Ambos espacios se cubren con sencillos alfarjes de un solo orden de vigas.
El segundo patio de la Cárcel Real únicamente posee pórticos en los frentes norte y oeste, formados por columnas toscanas sobre pedestales con zapatas con decoración de sosegado. Posee un pequeño pilar adosado con mascarones en forma de cabeza de león que funcionan como caños. El cuerpo superior, de menores proporciones, repite el esquema del piso bajo. Se remata este patio con un alero de canecillos. En esta parte trasera del edificio se levantan además dos torres, originariamente destinadas a calabozos.
La escalera, terminada en 1578, presenta en su entrada tres arcos y una bóveda que descarga directamente sobre el muro, circunstancia que le confiere más vistosidad y luminosidad. Los laterales están coronados por cartelas que hacen referencia a la Justicia y la Prudencia, y a la Fortaleza y la Templanza. Fue realizada durante el reinado de Felipe II, hecho que atestigua no sólo el escudo del monarca, sino también una cartela situada en su parte superior y una inscripción de uno de los remates de su pasamanos de hierro.
El programa iconográfico de la Chancillería se completa con la decoración escultórica de las seis puertas del piso superior, número coincidente con el de salas que componía la institución jurídica. En los cuarterones de cada una de estas puertas aparecen relieves de personajes de la Antigüedad y figuras alegóricas: hombre ilustres, virtudes, la Sibila, juriconsultos, dioses, legisladores cristianos y paganos, además del lema imperial del Plus Ultra.
Al exterior, la influencia de Vignola en el diseño de la fachada de la Chancillería es evidente y encuentra su precedente más inmediato en un grabado de la fachada del Palacio Bocchi en Bolonia, fechado en 1555. Francisco del Castillo colaboró con el maestro italiano en la Villa Giulia durante su etapa de formación en Italia, explicaría esta influencia. El propio diseño de Villa Giulia pudo influir en la fachada de la Chancillería.

Sabías que…
La escalera del palacio de la Chancillería fue costeada por el Marqués de Salar como pago de una «multa» impuesta por el Rey Felipe II. Se cuenta que el citado marqués entró en la Sala de Justicia sin descubrirse, puesto que era «caballero cubierto» ante su Majestad. Por desacato, la justicia granadina le impuso una multa. Recurrió ante el Rey y éste confirmó la sentencia aunque puso una condición: que el importe de la misma se dedicara a la construcción de la escalera del palacio de justicia. La escalera se terminaría en 1578, según la inscripción en uno de sus pasamanos de madera.
Según relatan algunos trabajadores del Palacio de la Chancillería, por sus pasillos discurren espíritus y ánimas de condenados buscando la justicia que no tuvieron y del más famoso de sus verdugos, «El maestro Lorenzo», con capa y sombrero, que aguardaba en la cueva de «El Verdugo», situada bajo la escalera, esperando las órdenes del Tribunal. Una vez cumplida su faena trágica salía por la puerta lateral que daba a la calle de la Cárcel. Cerca de esta se sitúa el segundo patio de la Cárcel Real, en cuyas columnas del piso inferior, podemos ver unas curiosas inscripciones realizadas en la piedra, con nombres esculpidos por los presos.
Por último, en una de las puertas del piso superior, en cuyos casetones está tallada la inscripción PLUS (Plus Ultra, del latín Más allá), se aprecia un pequeño error en la talla de la inscripción, quedando grabado: PVLS. Puedes verlo en una de las fotos que te presentamos.
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