Recursos pedagógicos para Educación Secundaria sobre el barrio del Albaicín y su gestión del agua. Aprende más sobre ellos con nuestros cuadernillos de trabajo.
¿Conoces el barrio del Albaicín?
Te ofrecemos un cuadernillo didáctico para conocer más y mejor el barrio del Albaicín. Conoce más sobre él a través de nuestro contenido didáctico:
¿Qué es? Se trata de un cuaderno de trabajo, y con el podrás conocer este barrio, su rico patrimonio, rincones, urbanismo y un sinfín de particularidades.
¿Para quién? Está dirigido al alumnado de Enseñanza Secundaria, a profesores/as, a madres/padres y a toda persona que se sienta tan atraída por este barrio como nosotros/as. Adelante, haz clic aquí para descargártelo.
¡Participa! Te invitamos a que diseñes un itinerario por el barrio del Albaicín, puede ser un paseo que hayas realizado con tu familia y/o amigos y que nos lo envíes, si te apetece, a agenciaalbaicin@granada.org.
¡Estaremos encantados de compartirlo y publicarlo en nuestra página!

El agua en el Albaicín
El agua constituye un bien preciado con una larga tradición histórica; tal es así que las primeras civilizaciones urbanas son conocidas como «fluviales», debido a la importancia que tuvo el agua para el desarrollo de estas. Su protagonismo a lo largo de la historia nos permite hablar, hoy, de una «cultura hidráulica».
La red de aljibes de Granada constituye un claro ejemplo de dicha cultura. De origen nazarí, su conservación ha sido posible, de un lado, por un uso continuado hasta el siglo XX; por otro, hoy somos conscientes de sus valores culturales, pues estas construcciones nos hablan de la concepción social, cultural y urbana en torno a un bien tan preciado como el agua.
El agua en el imaginario musulmán
Los romanos, grandes ingenieros, alcanzaron altos niveles de perfección en lo que conocemos como “obras hidráulicas”, entre las que podemos destacar los acueductos, siendo ejemplo el tramo de acueducto ubicado en el solar de la mezquita en el Mirador de San Nicolás. Esto formaría parte del “Aqua Iliberritana”.
La llegada de los árabes a la península supuso la revitalización de las infraestructuras existentes, además de la creación de otras nuevas. Al contrario que las primeras, las redes de abastecimiento andalusíes no precisaron de elementos monumentales, conformando un entramado que garantizó la salubridad de la ciudad y el desarrollo de una vida de ocio en torno a esta – hablamos de los baños árabes –.
Este desarrollo de infraestructuras y usos hidráulicos fue posible por una nueva concepción en torno al agua de carácter eminentemente divino, por lo que debe ser repartido entre toda aquel persona que lo requiera; de ahí su uso público.

¿Sabes cómo se abastecía el Albaicín de agua?
Esto era posible por medio de las acequias. El término proviene del árabe «al-sāqiyah», que significa «irrigadora»; así, una acequia es un canal abierto para conducir el agua, que a su entrada a la ciudad queda bajo tierra.
En el caso de la Granada nazarí, el agua llegaba desde dos puntos, a saber, la Fuente de Alfacar, con la Acequia de Aynadamar y el río Darro, de donde partía la Acequia de San Juan. La distribución se hacía mediante tuberías de cerámica, los atanores, que desembocaban en los aljibes.
¿Qué material se emplea para la construcción de los aljibes?
El término aljibe procede del árabe «al-yubb», que significa pozo; por tanto, su función era la de almacenar agua. Para tal fin, se utilizó en su construcción ladrillo o argamasa con baldosas de barro cocido. Al ser subterráneos en su mayor parte, al exterior solo sobresale una boca o abertura. Puedes acercarte, para comprobarlo, al Aljibe de San Bartolomé o de San Agustín, entre otros.
¿Cómo se regulaba el uso del agua?
La red hidráulica descrita se acompañó de una regulación administrativa y legislativa. Si bien no contamos con textos que nos hablen de la regulación del agua en época musulmana, sí ha llegado hasta nosotros la legislación de época cristiana. De manera específica, el agua y su distribución fueron reguladas por la Real Cédula de 2 de octubre de 1501, por la cual se creó el Juzgado de aguas de Granada, formado un tribunal, presidido por un Corregidor. Además, el Administrador de aguas y acequias de la ciudad se encargaba del nombramiento de los oficiales de acequias, cargo de un año y de acequieros, cañeros y aljiberos.
Pero el orden no se mantuvo únicamente por vía administrativa. Fueron muchas las leyendas populares que, centradas en niños y niñas, intentaron prevenir que estos se acercaran a acequias y aljibes, evitando así que el agua quedara contaminada, además de posibles accidentes. Esta fue la labor del Duende Martinico, que aparecía en el fondo de aljibes y tinajas, ahuyentando a niños y niñas.
Cuadernillo didáctico sobre el agua y el aljibe del Rey
¿Quieres saber más? Pulsa aquí para acceder al cuadernillo didáctico sobre el Agua y el Aljibe del Rey editado por la Fundación Agua Granada y el Ayuntamiento de Granada.
Además conoce aquí las principales infraestructuras de la Arquitectura del Agua (Puentes, Bañuelo, aljibes, pilares…).
